jueves, 15 de septiembre de 2011

CUANDO SORPRENDE LA RUTINA


Es espeluznante leer este cuento en 3º de Primaria a las 9 de la mañana como lectura diaria en voz alta (no porque lo haya elegido yo, sino porque viene en el libro de lecturas) y darse cuenta del análisis que hacen los niños por sí solos: "estaba alegre porque tenía lo importante". Se me ha erizado la piel. Se me han humedecido los ojos. No he necesitado decir nada más que: "Muy bien chicos".

"EL ZAR Y LA CAMISA" (León Tolstoi)
 
Había una vez un zar que estaba muy enfermo. Un día hizo saber a sus súbditos:

- “¡Daré la mitad de mi reino a quien me cure!”.

Entonces todos los sabios se reunieron para tratar de curarlo, pero ninguno supo cómo hacerlo. Sólo uno de ellos, muy anciano, les comunicó:

- Haced saber al zar que únicamente existe una forma en la que podría recuperar la salud: “Si se encuentra un hombre feliz sobre la tierra y le ponen su camisa al zar, este se curará”.

El zar ordenó que buscaran a un hombre feliz por todo el mundo. Sus enviados recorrieron todos los países, pero no hallaron lo que buscaban. No había ni un solo hombre que estuviera contento con su vida. Uno era rico, pero enfermo; otro estaba sano, pero era pobre. Y el rico y sano, se quejaba de su mujer o de sus hijos. Todos deseaban algo más y no eran felices.

Un día, el hijo del zar pasó por delante de una pobre choza y oyó que en su interior alguien exclamaba:

- “Gracias a Dios he trabajado, he comido bien y ahora puedo acostarme a dormir. Soy feliz, ¿qué más puedo desear?”

El hijo del zar se llenó de alegría e inmediatamente ordenó que le trajeran la camisa de aquel hombre, para llevársela a su padre, y que le dieran a cambio de todo lo que quisiera.

Los soldados entraron a toda prisa en la choza del hombre feliz para quitarle la camisa, pero se sorprendieron al descubrir que aquel hombre era tan pobre, que ni siquiera una camisa tenía.


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