domingo, 18 de septiembre de 2011

C. L. C.

Cerca está la mañana. Aún quedan un par de horas para que suene el despertador y tenga que levantarme para ir a trabajar, pero me he despertado antes de tiempo. Algo me ha sobresaltado mientras dormía.No era un sueño ni un ruido ni una luz... ha sido tu piececillo o tu mano o tu cabecita o tu rodilla o... quién sabe qué, pero eras tú dándome los buenos días. No podías aguantar más, mi niña traviesa, te encanta pasar un rato conmigo por las mañanas antes de que me vaya a trabajar, saltando, jugando, riendo...  Me encanta pasar un rato contigo por las mañanas antes de irme a trabajar mientras te siento en mí, a solas tú y yo.

Suena el despertador y empieza el movimiento en las sábanas, es papá dándome los buenos días, cambio de postura y me pongo boca arriba. 

Es papá dándote los buenos días. Es papá poniendo sus labios en tu cabecita, sus manos en mi tripa, acomodando su cabeza bajo mi pecho para jugar un ratito contigo antes de irse a trabajar. Jugar al fútbol (por tus patadas), al "pilla-pilla" (por tus movimientos colocándote en otras posturas), al escondite... esta niña traviesa... ¿por qué ya no se mueve?.... ¡Sí se mueve! Aquí está otra vez, nada de tranquilidad. "Por mí y por todos mis compañeros, por mí primera". 

La hora de levantarse ha llegado, ninguno de los tres queremos, pero hay que hacer un esfuerzo. Ánimo chichos.

Mientras papá se ducha, yo desayuno. No puedo evitarlo, es oler el café recién hecho y me entra un hambre de "miguelitos"... no sé por qué. 

Papá termina y nos cambiamos los papeles, pero papá no tiene estos antojos. Papá es más de tostaditas con acetie y una fruta a media mañana. Tiene que cuidar la línea para seguir corriendo y nadando y "bicicleteando"...

Cerramos la puerta, cogemos el ascensor y... cada uno a su destino. Papá solito. Yo salgo ganando, mi amor; yo salgo ganando porque yo paso el día contigo. Sintiéndote, hablándote, acariciándote... 

Termina el día y todos volvemos a casa. Papá me mima mucho, a estas alturas ya me canso mucho. 

Cenamos y a dormir. Otra vez entre las sábanas. 

Un día circular, una semana circular, unos meses que transcurren de manera circular... Yo tumbada boca arriba, papá con su cabeza acomodada bajo mi pecho y tú jugando antes de ir a dormir... Te has quedado dormida... Nos hemos quedado dormidos.

¡Es tanto lo que nos estás dando, mi niña! ¡Estamos siendo tan felices contigo!... Es verdad, aún no te conocemos (aunque las ecografías nos han dejado ver que has pasado de ser "la Dama de Elche" a ser el fiel reflejo de tu padre: los mismos morritos, la misma naricilla... ).

Queremos que sepas una cosa, mi amor, ya eres nuestra niña, lo fuiste desde el primer momento. Con amor te concebimos y así te estamos sintiendo, intuyendo, deseando...

Ven pronto, mi amor, aunque sea difícil. Ven, te estamos esperando para cuidarte, arrullarte, besarte... Aunque ya somos felices, mi amor, por todo lo que estamos viviendo contigo.




1 comentario:

  1. Nos ha encantado.
    Gracias por tu apoyo.
    (todavía tengo los pelos como escarpias)
    CLJ y MCR

    ResponderEliminar