domingo, 22 de enero de 2012

DESHACERSE DE LOS SUEÑOS

A lo largo de la vida emprendemos diferentes viajes, emprendemos diferentes tipos de proyectos. Si nos paramos a pensar, la mayoría de ellos son sueños, esperanzas, anhelos, ideales... Según va sucediendo la vida, no siempre encontramos las condiciones, las oportunidades, la disposición, las personas... aquello que es necesario para poder lograrlos; y desistimos.
A lo largo de la vida, vamos llenando nuestra afectividad de proyectos de sueños que no se cumplieron, que se quedaron a medias o que ni siquiera comenzamos a intentar alcanzar. Y esto pesa. Pesa demasiado.
 Quizá, si no desistiéramos demasiado pronto, tampoco los alcanzaríamos, pero aliviaríamos nuestro pesar con la satisfacción de haber luchado por ellos.
 Quizá, mientras lo hemos hecho, hayamos alcanzado otros que quedaron ensombrecidos por aquellos que creímos mejores.
Quizá descubramos a nuestro alrededor personas que nos alientan a seguir soñando y que no hubiéramos conocido si no hubiéramos seguido luchando. Personas que nos hacen sonreir y que nos enriquecen.
Quizá.
¡Quién sabe!
Quizá.



“Los débiles no luchan.
Los que son un poco más fuertes, quizá luchen durante una hora.
Los que son todavía más fuertes,  quizá luchen muchos años.
Pero los más fuertes de todos, lucharán toda su vida. Esos son los imprescindibles”. 
                                                                                            (Bertolt Brecht)



No hay comentarios:

Publicar un comentario